Habitante de Campos desde la juventud, Rosinha siempre fue enamorada por piezas teatrales.
La pareja aún adoptó otros cinco hijos: Aparecida, Altamir, Amanda, Wanderson y David.
Rosinha asume públicamente su religión (presbiteriana), y tiene en los evangélicos una parte importante de su base electoral.
Recuperó el sector lácteo del estado, interviniendo en la Parmalat para salvar empleos.
Trajo el puerto del açu para Son João de la Barra.