Garranger fue capaz de localizar la tumba en la isla Retoka analizando el folklore local.
Según la leyenda, cuando Roy Mata conquistara la tierra, su primer objetivo era unir a las tribus.
Lamentablemente, Roy Mata fue envenenado por su hermano, pero su cuerpo no fue enterrado en su patria, porque los vecinos temían su espíritu.
Hasta la fecha, el nombre de Roy Mata nunca se utiliza.
En 2008, tres lugares asociados a Roy Mata, en las islas de Efate, Lelepa y Artok, fueron inscritas en el Patrimonio de la Humanidad.