Huérfano desde muy temprano, se vio obligado a ejercer todo tipo de oficios para sobrevivir y para sostener su vocación por la pintura.
[3] El año 1938 ofreció su primera exposición personal a la Galería Charpentier con telas sobre el tema de Marruecos.
[4] El año 1951 viajó a Grecia en donde inició su relación con la tapicería artística.
[6] Roger Bezombes, que viajó mucho se estableció, hacia el final de los años 1930 en el número 3, del Quai Saint-Michel y en el número 5 instaló un taller de trabajo que conservó toda su vida.
En los años 1950, adquirió una construcción provenzal a Maillane, en Saint-Rémy-de-Provence cuyo salón está adornado todavía de un gran mosaico creado por el artista.