Se pensó que esta planta apestosa al olfato tenía propiedades medicinales, y los caballeros la utilizaron como antihemorrágico y como cura para la disentería.En siglo XVIII el tubérculo llegó a ser tan apreciado, que en 1746 el Gran Maestro de la Orden ordenó organizar una guardia permanente.Hoy se sabe que el Fucus coccineus melitensis no tiene ninguna de las características que se le habían atribuido.En la actualidad, la Roca Fungus es una reserva natural.Sin embargo, se puede alcanzar nadando su costa y sus alrededores son un buen lugar para bucear.