En octubre de 1969, la Junta Calificadora del Ejército dio de baja al general Viaux, quien no aceptó esto e intentó mediante una carta dirigida al presidente Eduardo Frei Montalva, informando la situación del Ejército y las Fuerzas Armadas en general.
Para esto se decidieron por el plan de "retener o secuestrar" al comandante en jefe del Ejército general René Schneider.
El general Viaux fue enjuiciado, convicto y puesto en prisión por este asesinato.
Esta acción fue apoyada por la CIA dentro del Proyecto FUBELT, una serie de acciones destinada a evitar que se consolidara el gobierno de Salvador Allende, evitando que asumiera su cargo como presidente o, en caso contrario, preparando inmediatamente la desestabilización[4] de su gobierno para que finalmente colapsara.
[5] La justicia militar concluyó como autores materiales de los disparos a Julio Bouchón, José Melgoza Garay y León Cosmelli.
Fue armado con tres subametralladoras, municiones y 8 a 10 granadas de gas lacrimógeno.
La defensa de Kissinger argumentó que su responsabilidad era política y no legal.
Sin embargo, hay un solo crimen en que las huellas de Kissinger han quedado estampadas sin lugar a dudas: el asesinato del comandante en jefe del Ejército chileno, general René Schneider.
Rene Schneider asesinado En el gobierno de Patricio Aylwin (1990-1994), se le devolvió la ciudadanía.