Allí realizó sus estudios secundarios en el Colegio Nacional Buenos Aires.
Comenzó la carrera de arquitectura pero la abandonó para dedicarse a la pintura.
En 1969 el Instituto Torcuato Di Tella realizó una importante exposición retrospectiva de su obra (dibujos, collages, pinturas y esculturas).
Su obra está permanentemente influida por esta fascinación sobre la que reflexionaba: La obra de Aizenberg muestra torres aisladas, ciudades vacías, edificios misteriosos y deshabitados, raras construcciones poliédricas.
Aizenberg criticaba severamente la utilización de modelos en la enseñanza del arte.