Se convirtió en el hombre más anciano de Alemania en 2005, con 107 años.
En octubre del 2006, Rober conoció a Henry Allingham, el hombre más viejo de Inglaterra, nacido en 1895, y que también luchó en la Primera Guerra Mundial.
Tuvo una envidiable salud hasta los últimos meses de 2006, cuando su salud comenzó a empeorar.
Fue hospitalizado unas semanas antes de morir, debido a una caída un día antes de Navidad.
No consiguió recuperarse y murió a los 109 años.