[1] La propuesta performativa consistía en invitar a la audiencia a utilizar setenta y dos objetos en el cuerpo de la propia artista.
Todos los objetos se encontraban en una mesa y la artista de pie en el centro.
Los objetos consistían en una rosa, una pluma, perfume, miel, pan, uvas, vino, tijeras, un bisturí, clavos o una barra de metal.
[5] Según Abramović y varios críticos asistentes, su cuerpo fue llevado al límite.
Durante este periodo mi responsabilidad es plena.