Se le considera una figura central de las artes visuales eslovenas de la primera mitad del siglo XX, y pionero del impresionismo esloveno, junto con sus contemporáneos Ivan Grohar, Matej Sternen y Matija Jama.[1] Se dedicó principalmente a la pintura de paisajes campestres, retratos y naturalezas muertas.[1] En 1909 construyó en el parque Tivoli un espacio para exposiciones, el Pabellón Jakopič, basado en los planos de Max Fabiani.A partir de 1907 comienza a diseñar también grandes composiciones monumentales en las que pone el acento en el contenido narrativo, sensual o conceptual, pero se mantiene fiel al estilo impresionista en el sentido de que pinta la percepción real o virtual tal y como se vería en la realidad.En 1965 se dio su nombre a una escuela primaria del distrito liublianés de Šiška.Desde 1969 se concede anualmente el Premio Jakopič, el más alto galardón esloveno en el ámbito de las bellas artes.También en su memoria, el eje principal del parque Tivoli recibió el nombre de Paseo Jakopič.
Rihard Jakopič en su taller, retratado por
Fran Krašovec
(1927)