Contrajo matrimonio en Popayán en 1837 con Paula Fajardo Barahona, hija de Matías Fajardo Hurtado y de Francisca Javiera Barahona Hurtado.
Fueron padres de once hijos: Javiera Amalia, Isabel, Paulina, Santiago, Ricardo, Daniel, María, Adela, Reinaldo, Enrique y Fanny Cheyne Fajardo.
En 1824 llegó a la Gran Colombia para estudiar las enfermedades tropicales en la costa atlántica.
El Congreso Nacional le otorgó una pensión vitalicia de dieciséis mil reales anuales como reconocimiento a los múltiples servicios prestados al país.
Don José Eusebio Caro le dedicó un canto muy diciente que reza: "¡Oh!