Ricardo Aronovich
Cuando era niño vivió cerca del escritor Alberto Gerchunoff a quien visitaba el artista Javier Villafañe que era su amigo y como Aronovich iba a jugar con ellos Villafañe le enseñó a fabricar títeres lo que le permitió hacer en el altillo de su casa un teatro de títeres con el que hacía funciones para los amigos del barrio.A los 18 años viajó a Estados Unidos y encontrándose en Chicago hacía mucho frío pasó delante del campus de la Universidad de Chicago, que era en ese momento un centro vanguardista, y entró al cineclub poco antes que se iniciara una proyección.Su primer gran desafío fue la filmación de Los venerables todos, que se realizaba íntegramente dentro del estudio.Si maneja la cámara tendrá relación privilegiada con el director porque se ocupa a la vez de la cámara y de la luz y, si no la maneja, la tendrá con los actores pues puede pasar más tiempo con ellos.Sobre el rol del director de fotografía dice “es muy vasto, vago y concreto a la vez.