[1][2][3] Los manifestantes comenzaron pidiendo la renuncia de los altos cargos del gobierno y nuevas elecciones.
Igualmente, se realizaron varios referendos preguntando a los votantes sobre la conveniencia o no de pagar la deuda bancaria externa o caso Icesave y, finalmente, se emprendió un complejo proceso participativo que culminó en la creación de varios Foros o Asambleas ciudadanas y, en último caso, en una Asamblea Constituyente de 25 personas de a pie sin filiación política.
[7] Un sábado después surgió una manifestación más organizada y los manifestantes comenzaron a organizarse, decidiéndose una convocatoria cada sábado hasta la dimisión del gobierno.
Los protestantes marcharon hasta el parlamento, y un manifestante lo escaló clavando una pancarta que rezaba: "La traición debido a la imprudencia, es traición igualmente"[13][15] Esta vez no hubo arrestos.
Tan sólo un día después, la Policía volvió a emplear métodos antidisturbios en Austurvöllur (la plaza frente al parlamento).
Los partidos de la coalición también acordaron la necesidad convocar una asamblea constitucional para revisar la Carta Magna del país.
[22] No hubo acuerdo, sin embargo, para la cuestión de la integración en la Unión Europea y el euro.
Nuevos partidos formados durante las protestas, como el Movimiento de los Ciudadanos, obtuvo hasta cuatro escaños.
El Partido de la Independencia, gobernante durante la crisis, sufrió una estrepitosa derrota y perdió un tercio del apoyo popular.
El Fórum sentaría las bases para la futura Asamblea Constitucional y sería retransmitida por Internet públicamente.
[37] Tras el fallido referéndum, los gobiernos británico y holandés implicados en el Iceave acordaron llevar el caso a los tribunales europeos correspondientes.