El líder del movimiento rebelde fue Domingos José Martins, apoyado por el terrateniente Antônio Carlos de Andrada e Silva y por el sacerdote Frei Caneca.
Estos jefes asumieron el gobierno provincial y proclamaron una República en Pernambuco, extendiendo pronto su dominio al resto de la provincia, incluyendo Olinda.
Los líderes pernambucanos contactaron al prestigioso periodista brasileño Hipólito José da Costa para ser embajador de la República pernambucana en Gran Bretaña, pero éste rechazó la oferta al ser funcionario pagado por el gobierno portugués.
A Cruz Cabugá se le encargó también presentarse como emisario ante el gobierno de EE.
En 19 de mayo las tropas enviadas por la autoridad portuguesa tomaron Recife sin hallar resistencia armada, y al día siguiente los jefes del gobierno provisorio se rindieron.
Contra lo esperado, solo los cuatro principales líderes fueron condenados a muerte por la sublevación, y todos los demás rebeldes fueron amnistiados un año después de los sucesos.
UU. aceptaran buques pernambucanos en puertos estadounidenses y ofrecieran recibir exiliados brasileros en caso de fracasar la revuelta.