[8] Pese a que parecen haber sido una pareja compatible, según su hijo compartieron vidas difíciles y muchos reveses.
La biógrafa de Durero, Jane Hutchinson, sugiere que Barbara Holper pudo haber aprendido y practicado la orfebrería.
Tras su muerte, el acongojado hijo escribió Durero presenta a su madre con un realismo duro que a primera vista parecería cruel o grotesco si no hubiera dejado registro escrito de su afecto por ella y no la hubiera acompañado en sus últimos días.
Aunque Durero detalló con actitud forense los efectos del envejecimientos en otros, fue menos inclinado a registrar cómo obraba en su propio cuerpo; su último autorretrato entero lo terminó en 1500.
Robert Beverly Hale citó el dibujo, particularmente la estructura del ojo, por su atención al detalle anatómico y la claridad con que se describe la cavidad orbital.