Antaño atribuido a Giovanni Battista Moroni (quizás por su estilo parecido a El caballero de negro del mismo autor), el lienzo es una de las más importantes comisiones recibidas por Sofonisba Anguissola, una de las primeras mujeres pintoras del manierismo italiano.
El cuadro representa a Massimiliano II Stampa, III marqués de Soncino.
El retrato fue encargado por la familia para conmemorar la adopción del título y herencia a la muerte de su padre en 1557.
El niño tiene unos nueve años y en él se ven claramente todas las influencias en la moda y la retratística de la dominación española en Lombardía, además de la pose, aristocráticamente fría, con signos alegóricos del éxito social, riqueza e inaccesibilidad.
La presencia simbólica del perro es una clara referencia a la lealtad, en este caso familiar.