La frecuencia de resonancia (es decir, en torno a la cual se produce la absorción) puede calcularse como sigue:
Si la composición del sonido contiene una frecuencia igual o muy próxima a la frecuencia resonante de la cavidad del resonador, éste la amplifica permitiendo percibirla aisladamente.
Hermann von Helmholtz reflejó las conclusiones a las que llegó en su obra DEL TONO: Base psicológica para la teoría de la música (1860).
El sonido introducido (soplido) contiene un amplio margen de frecuencias, pero la botella produce resonancia a una cierta frecuencia, menor (más grave) cuanto más vacía se encuentre (pues el volumen en su interior es mayor).
El mismo principio se observa silbando o con varios instrumentos musicales como la ocarina.