Se aplica también a todas aquellas instituciones residenciales que buscan crear un ambiente hogareño, por ejemplo: hogares de retiros, hogares de crianza, etc.
En demografía, el hogar se concibe como una célula socioeconómica que se utiliza frecuentemente como unidad estadística y se define en función de la manera en que las personas subvienen a sus necesidades alimenticias y a otras necesidades vitales.
[1][2] El término hogar tiene una etimología curiosa, derivado del latín tardío *focare «hogar» (como lugar en la casa donde se prepara la hoguera) que luego viene extendido a referirse a la casa misma o a la familia que habita en ella.
A su vez, *focare deriva de focus, que viene de la raíz indoeuropea bʰeh₂- «brillar» (no debe confundirse con aquella también escrita *bha- «hablar») emparentado en griego con φῶς (originariamente φάFος) gen.
En el germano occidental se encuentra *bauknan – «faro», de donde proviene la palabra inglesa «beacon».