[1] Los relaves contienen elementos extraídos del medio ambiente y que son transportados y almacenados en «tranques o depósitos de relaves», donde los elementos se van decantando lentamente en el fondo y el agua es recuperada mayoritariamente, y otra parte se evapora.
El material queda dispuesto como un depósito estratificado de materiales sólidos finos.
El manejo de relaves es una operación clave en la recuperación de agua y para evitar filtraciones hacia el suelo y napas subterráneas, ya que su almacenamiento es la única opción.
Dado que el costo de manejar este material es alto, las compañías mineras intentan localizar los "tranques o depósitos de relaves" lo más cerca posible a la planta de procesamiento de minerales, minimizando costos de transporte y reutilizando el agua contenida.
El tipo de relave varía según la cantidad del pico que acompaña al relave (es decir, la densidad del relave), y según la forma de contener el depósito.