La leyenda dice que el sacerdote y jefe, Komfo Amona, plantó una lanza en la tierra cuando fundaron por primera vez dicha población.
La tradición dice que los subgrupos fante Ekumfi, Abora, Enyan, Nkusukum y Kurentsir fueron el primer problema a resolver por el reino de Mankessim.
En 1806, sucedió la primera guerra ashantí-fantina la cual resultó en la derrota de Mankessim y pérdida territorial.
Finalmente, en 1868, los Fante formaron una confederación, con respaldo británico, para defenderse de la amenaza constante que representaban los ashantíes.
Mankessim, a través de la confederación, se convirtió en una potencia comercial y marítima al encontrarse en la costa.
Los éxitos tempranos de la confederación desembocaron en una corta existencia, y la alianza holandesa-Ashantí los dejó finalmente en ruinas.
Los Fante siguieron teniendo una importancia cultural e incluso política pero no volvieron a ser independientes en la región.