Portugal tiene una estructura administrativa y organización territorial que podrá presentarse algo compleja si no se tiene en cuenta su evolución histórica.
[6] Las regiones se subdividen en subregiones estadísticas sin significado administrativo, cuyo único objetivo es el de que sirvan para agrupar municipios vecinos, con problemas y desafíos semejantes, y obtener así datos en conjunto destinados principalmente a la planificación económica.
Las únicas provincias que no sufrieron cambios en aquella época, fueron Trás-os-Montes y Algarve.
Las 11 provincias continentales tradicionales conforman actualmente la división regional histórica y cultural local con la que se identifican la mayoría de los portugueses, a través de su idiosincrasia, gastronomía y tradiciones locales.
Su estatus administrativo no debe confundirse, por su cercanía geográfica y denominación similar, con el de las provincias españolas.
Se podrían asemejar a las comunidades autónomas españolas en el sentido identitario, pero no en el administrativo.