Después de que terminara su relación, Regine se casó con Johan Frederik Schlegel.
A pesar de que Kierkegaard anuló el compromiso, estaba devastado por sus acciones y nunca superó la relación con Regine.
Una conexión mutua se desarrolló entre ellos, mientras Regine tenía por tutor a Schlegel, su futuro esposo.
Casi de inmediato, Kierkegaard comenzó a tener dudas sobre sus habilidades como esposo.
Regine estaba destruida por el rechazo hacia ella, y se negaba a aceptar su rompimiento con Kierkegaard, amenazando con matarse si no la tomaba de vuelta.
En realidad, Kierkegaard no tenía tales planes, y permanecería célibe el resto de su vida.
En realidad no hay manera de saber esto, pero basado en los escrito en su diario, es muy probable.
Regine estaba obsesionada con el asunto, así como Kierkegaard, quien describía sus noches llorando en la cama sin ella.
Schlegel no respondió la carta y rechazó las futuras peticiones de hablar con ella.
Los entrevistadores incluían a Hanne Mourier, Raphael Meyer, Peter Munthe Brun, Robert Neiiendam, Julius Clausen y Georg Brandes.
Fue durante esta época cuando Kierkegaard hizo su propia filosofía, así como su primer libro.
En vez de eso, Kierkegaard quedó totalmente confundido cuando Regine continuó con su vida y se casó con otro hombre.
Se puede decir que ninguna otra mujer ha sido tan elemental en el desarrollo de un gran filósofo como lo fue Regine para Kierkegaard.
Es difícil entender a Kierkegaard por completo sin el conocimiento de la relación que tuvo con ella.