Los refugios del Pirineo aragonés son refugios y cabañas dirigidos al excursionismo y que ofrecen cobijo a la gente que anda por la montaña.
En general están situados en parajes solitarios y a menudo en lugares naturales privilegiados.
El más importante en la Aragón es el Hospital de Benasque a pesar de que hace pocos años fue en buena parte convertido en un hotel.
[3] Hay que señalar una fecha, el 1910, cuando Juli Soler y Santaló proporcionó a los visitantes del Aneto y la Maladeta un cobijo en condiciones (la Villa Maladeta), que evolucionó hasta convertirse en 1916 en el actual refugio de la Renclusa, hoy en día muy modernizado.
Varían desde simples cabañas de pastores no guardadas sin ningún servicio hasta hoteles con servicio de restaurante en los casos más lujosos.