En economía, la reduflación es el proceso en que mercancías se reducen en tamaño o cantidad, mientras que sus precios siguen siendo los mismos o aumentan.
[6] Por causa y respuesta, se configura entonces como una forma sigilosa de inflación.
[7] El fenómeno es especialmente notorio en productos envasados,[3] aunque la medida no es bien recibida por los consumidores, que notan la diferencia en el rendimiento del producto respecto a su precio, y los cambios derivados en los formatos de presentación, que son los efectos visibles del caso.
[8][9] Se señala, a su vez, la forma desigual en que se ajusta un mismo producto entre diferentes minoristas,[10] lo cual puede añadir una complejidad extra a la interpretación de la reduflación, y sobre los intereses adicionales que existen en dicho proceso.
[4] Al respecto, se señala también la tendencia general de los consumidores a culpar a los actores minoristas cuando, por contrarrespuesta, se argumenta que son en realidad los bancos centrales quienes tienen la responsabilidad directa sobre la inflación, y por tanto de la reduflación.