Existen tantas redes sociales verticales como temas en los que agruparse, y la facilidad de implementación y creación de las mismas hace que su número se multiplique.
[1] Aquello que caracteriza fundamentalmente a una red social vertical es su segmentación.
El registro suele ser gratuito, y los usuarios poseen una cuenta personalizable en la que puede existir, o no, un espacio propio donde publicar contenidos.
Este espacio (en caso de existir) puede ser público, privado o mixto.
La comunicación entre usuarios puede darse por medio de mensajes privados, foros de discusión públicos, comentarios en contenidos e, incluso, chats o videoconferencia cara a cara.