El recinto aparece actualmente destruido y a la espera de intervenciones arqueológicas protegido por la legislación municipal como zona de cautela arqueológica y dentro del parque natural del Estrecho.
El grosor de las murallas es de dos metros y se ha estimado una altura de entre 4 y 5 metros; se haya construida sobre roca madre en las zonas en las que era posible o sobre el propio terreno que debía haberse adecuado para tal fin.
La puerta tiene una anchura de 1,10 metros y está formado por dos grandes bloques de arenisca que aún pueden ser observados in situ.
La presencia de abundante material cerámico ha permitido datar este recinto como construido en el siglo X y un periodo de máxima ocupación en los siglos XIII y XIV; del mismo modo se ha constatado un abandono en época meriní coincidiendo con el sitio de Algeciras y la posterior conquista castellana de Al-Yazírat al-Jadra en 1344.
Una vez perdido en control musulmán del estrecho las torres vigías como esta perdieron toda su actividad y, al menos en el caso del recinto del Cerro de la Horca fueron desmanteladas.