El Real Canal de Manzanares constituyó un proyecto de infraestructura muy ambicioso y por sus enormes dificultades técnicas y naturales y costos exorbitantes, para muchos, irrealizable, que pretendía unir Madrid con Aranjuez por medio acuático donde el canal se dividiría para ir a Lisboa por el Tajo o por otro canal a Sevilla, según proyecto de Isidro González Velázquez.
Aunque el proyecto nunca fue acabado, sí se consiguió la navegación hasta la última esclusa, muy cerca de Rivas-Vaciamadrid.
Pascual Madoz nos relata detalladamente en su Diccionario Geográfico Estadístico y Histórico (1847) toda la obra ejecutada, indicándonos que con dificultades sólo fue navegable hasta la décima esclusa.
Con la llegada del ferrocarril el Canal de Manzanares perdió su sentido y no pudiendo competir con las nuevas tecnologías fue clausurado.
Aunque el valor del patrimonio histórico es muy importante, no existe aún ningún plan para su integración y puesta en valor, aunque el Plan Especial de Infraestructuras Manzanares Sur (PEIMANSUR) así lo especifique y ordene.