Tuvo dificultad para publicarlo y una vez hecho pasó inadvertido varios años.
Los efectos de este nuevo derivado, junto con la noradrenalina análogo de la amina primaria adrenalina y algunos otros derivados fueron examinados sobre diversos tipos del tejido.
Mientras que la adrenalina seguía siendo el agonista más potente para la constricción de los vasos sanguíneos, la isoprenalina se descubrió que era un agente más eficaz para la relajación del músculo liso bronquial y la contracción del corazón.
Estas diferencias incitaron a Ahlquist, en 1948, para clasificar los adrenoreceptores dos subtipos principales, α y β, siendo este su gran descubrimiento en la ayuda posterior al desarrollo de la farmacología y aparición de medicamentos para el tratamiento del asma.
Lands y colaboradores, subclasificaron los β-receptores en β1 (en el corazón) y β2 (en las vías aéreas) lo cual dio paso con esa búsqueda de un broncodilatador más seguro al descubrimiento de un agonista selectivo β2 como el salbutamol.