Se trata de una disciplina que ha permitido al ser humano desarrollar habilidades de deducción y resolver cuestiones cotidianas cuando no existe una respuesta inmediata.
Desde entonces, el rastreo ha formado parte del ser humano hasta nuestros días, derivando en diferentes disciplinas que conllevan la correlación de indicios tales como historia, protección del medio ambiente, seguridad vial, investigación criminal, etc.
Esta modalidad tiene como fin principal encontrar al sujeto concreto que ha originado un rastro o indicio.
Suele realizarse basándose en rastros o pistas originados durante largos desplazamientos (varios cientos de metros o kilómetros), rastreando los indicios originados al moverse.
Sin embargo, en zonas desarrolladas como Europa o Norteamérica, el rastreo se sigue utilizando además de en el ámbito cinegético, en el científico.