En 1908, comenzó en su carrera política en las elecciones para gobernador del estado: Iturbe apoyó a José Ferrel, quien fue derrotado por Diego Redo, el candidato impuesto por Porfirio Díaz.
Sin embargo, fue descubierto y tuvo que huir a Durango.
En 1915, Carranza lo nombró Embajador de México en Japón[cita requerida].
Durante su gobierno se intensificó el comercio, lo que llevó a Sinaloa a convertirse en una de las principales economías de la nación.
Sin embargo, regresó a México en 1933, después de que el gobierno federal le concedió la amnistía.