Hizo en 1927 un estudio académico sobre la crítica y la teoría artística suecas, del Barroco al Romanticismo.
En 1932 estrenó Quizá un poeta, en donde toca temas sociales; luego, escribió las piezas Leopoldo, acróbata, e Inocenca peligrosa, ambas basadas en un tema moral.
Ragnar Josephson tuvo gran aceptación en el público sueco, pero no fue un dramaturgo de primera fila.
Durante unos años (entre 1948-1951), dirigió el Dramaten de Estocolmo.
Fue elegido miembro de la Academia Sueca en 1960.