Fue allí donde tomó el nuevo nombre, Rafael, y añadió a su antiguo nombre Firinga, la partícula Ra que significa «Señor».
[2] En 1885, por un tratado de paz entre Madagascar y Francia, cuando los misioneros pudieron regresar a la isla, encontraron una comunidad cristiana fuerte y numerosa, gracias a la labor de Rafael y de Victoria.
[4] Rafarini fue acusado de pertenecer a la Sociedad Secreta Nacionalista, por lo que fue encarcelado y procesado, bajo el cargo de complot contra el Estado.
Sin embargo, al demostrarse lo infundado de la acusación, fue liberado.
[5] En 1933 sus restos mortales fueron trasladados a la catedral de Antananarivo.