José María tiene una personalidad volátil y una discusión lo lleva a un enfrentamiento violento con su capataz, que culmina con la muerte accidental de este último.
Escondido en el desván abandonado, José María comienza una vida secreta.
Rosa es querida por la familia, pero también es víctima de varios abusos verbales y físicos.
Un día, José María descubre una segunda línea de teléfono en la casa, y llama a Rosa, sin revelar donde está.
Empiezan una relación a “larga distancia”, esperando con anhelo el día cuando podrán estar juntos nuevamente.