Sus afluentes principales son el río Manzanas (en portugués, Maçãs), el Angueira, el Fervença y el Azibo.
[1] Asociaciones regionales y colectivos ambientalistas se opusieron a esta obra por considerar que supone un impacto irreparable sobre paisajes de gran valor ecológico que albergan especies emblemáticas, aves rupícolas, anfibios, invertebrados dulceacuícolas, etc.
Entre ellos, tres tipos de hábitats y una especie animal (Canis lupus), clasificados como prioritarios.
[2] Los trabajos fueron por mucho tiempo paralizados y finalmente se archivó la denuncia con una resolución que confirma los hechos denunciados aunque alega que Según el apartado 4 del artículo 6 de la Directiva 92/43/CEE, este argumento únicamente es válido si,
En este caso el Gobierno portugués argumentó que La construcción del embalse sigue adelante.