En sus ghats (muelles) cada año se honra a la diosa del río Kshiprá.
Fue a ver al dios Visnú y le pidió limosna.
Sivá se enfureció, tomó su tridente y le cortó el dedo a Visnú.
La sangre empezó a brotar y a llenar el cuenco de limosnas, pero al rebosarla acabó por convertirse en un manantial y luego en este río Kshiprá.
A orillas del río Kshiprá se encuentra uno de los sitios donde la tradición dice que existió el áshram del mítico gurú Sandipani Muni, con quien ―según el texto Jari-vamsa (siglo II d. C.)― estudió el dios pastor Krisná.