Quiste

[1]​ Existen distintos tipos de quistes: por ejemplo, cuando el acné obstruye una glándula sebácea, o como respuesta a una sustancia extraña en la piel,[2]​ y no son contagiosos.[3]​ Los quistes relacionados con el cáncer se forman como un mecanismo de defensa para el cuerpo, siguiendo el desarrollo de mutaciones que llevan a una división celular incontrolada.Una vez que esto sucede, la cápsula se vuelve inútil y el tumor puede pasar de ser benigno a ser un cáncer.A pesar de haber sido descrita en 1938 como la aparición microscópica de quistes en el páncreas, la fibrosis quística es un ejemplo de un trastorno genético cuyo nombre está relacionado con la fibrosis del conducto cístico (que sirve a la vesícula biliar) y no implica quistes.Los más comunes son los siguientes: Compárese con un pseudoquiste, que es una concentración sin membrana propia.