El poema, compuesto en cuartetos dodecasílabos o alejandrinos franceses, se presenta como un diálogo entre la razón y el corazón del poeta.
La razón interroga al corazón sobre la importancia de la rabia, la destrucción y la venganza durante los cinco primeros versos.
El corazón le replica que su deseo de venganza es total y llama a la destrucción radical.
El discurso habla sobre una conquista que se efectuaría en ese mismo instante, como testifica el verso "Nuestra marcha vengadora lo ha ocupado todo" (« Notre marche » vengeresse a tout occupé").
Estos "negros desconocidos" contribuirían a la destrucción del antiguo orden.