Las puertas rápidas son mayormente instaladas en los sectores comerciales e industriales.
Se diferencian fundamentalmente en su construcción que permite una mayor velocidad y resistencia, un elevado número de ciclos de apertura y cierre.
Se obtiene como resultado un alto valor de ahorro energético.
Las altas velocidades de operación (que en parte superan los 3 m/s[1]) y el alto número de ciclos durante la operativa, provocan grandes cargas, que deben ser contempladas en su construcción.
De igual manera las condiciones particulares como tamaño y lugar de instalación requieren de un cuidado especial en cuanto a seguridad y control, que cumplan con las disposiciones exigidas por las autoridades pertinentes.