[1] El paisaje urbano de esta ciudad, se ve adornado por obras escultóricas, generalmente monumentos conmemorativos dedicados a personajes de especial relevancia en un primer momento, y más puramente artísticas desde finales del siglo XX.
Son unas funcionales puertas de madera de cedro, cuya relativa facilidad para moldear y tallar combina con su resistencia a las inclemencias del tiempo.
Interiormente su estructura es muy simple, ya que están basadas en dos varas de acero en la parte baja y superior, que quedan ocultas por la madera.
A partir de esta estructura, el autor colocó diversas planchas y les dio la forma prevista.
Hay un mecanismo, formado por rodamientos, que permite que estas hojas, de unos 400 quilos de peso, cada una, se desplacen con suavidad y delicadeza, lo cual le confiere a la obra una gran ligereza.