Conecta los barrios rurales de Monzalbarba y Alfocea, siendo el único acceso a este último.
Inaugurado en 1968, fue una de las primeras obras del ingeniero oscense Juan José Arenas.
Tanto vigas como pilares son de hormigón.
Su bajo periodo de retorno, apenas diez años, hace que tienda a cortarse en inundaciones, incomunicando Alfocea.
Al lado de su nacimiento en Monzalbarba se encuentra el acuartelamiento del Regimiento de Pontoneros e Ingenieros n.º 12, que suele realizar sus maniobras y prácticas de forma paralela al puente.