Fue ideado a finales de los años sesenta, para solucionar el problema del tráfico, que empezaba a saturarse en el norte de la ciudad.
[5] Junto a este puente, en la margen izquierda de la ría, se encuentra el Museo Guggenheim Bilbao.
Además es curioso contemplar cómo el arquitecto de este museo quiso integrar, en cierto modo, este puente en el mismo, construyendo, a tal efecto y en su lado izquierdo, según se mira desde el Campo de Volantín, una torre alta con escaleras de acceso al museo, el cual se encuentra al lado derecho.
A finales de 2006, se confirmó el proyecto de construir un pórtico rojo ideado por el artista francés Daniel Buren, que terminó vencedor del concurso lanzado por el Museo Guggenheim Bilbao en conmemoración del décimo aniversario de la pinacoteca.
La nueva estructura, denominada Arcos rojos, propuso integrar aún más al puente con el museo, adoptando sus formas curvilíneas.