En su primer torneo, no sólo perdieron todos sus encuentros sino que ni siquiera pudieron marcar un gol.
Fue hasta la temporada 1905–1906 –como ya se explicó– que adoptó el amarillo y el negro, los cuales –debo insistir– no tenían relación alguna con el ferrocarril.
No es ningún misterio para los poblanos que este insecto ha sido utilizado como símbolo en el entorno local.
El Puebla Athletic Club tuvo como campo de juego lo que fue el segundo velódromo construido por la institución.
Muchos especialistas han incurrido en el error de fusionar esta instalación deportiva con otra precedente, afirmando que solo existió una.
Fue este segundo velódromo el único donde disputó partidos el equipo de futbol que participó en la liga.