Pteromys volans

Pertenece a la misma familia que las ardillas comunes, a las que, por otra parte, se parece tanto por su aspecto como por su modo de vida.

En ellos acumulan sus reservas para el invierno, y las consumen durante los días especialmente rigurosos en los que no pueden salir de sus refugios.

Son animales discretos, y los hombres no suelen percibir su presencia.

Esta vida secreta está además favorecida por su actividad nocturna, su timidez y también su coloración, que se confunde con la de algunas cortezas, especialmente la del abedul.

En algunos lugares se han vuelto muy escasas, pues no pueden vivir fuera del bosque primario y se acomodan con mucha dificultad a la presencia y actividad humanas.

En vuelo.