[1] El 9 de octubre de 2009, se firmó el contrato con Siemens para proveer dos estaciones conversoras.
El primer cable fue puesto en su lugar por el barco Giulio Verne y el segundo cable fue tendido por el barco Nexans Skagerrak.
[3] El proyecto Rómulo se encuentra en pleno servicio desde agosto del 2012 y tuvo un costo de 420 millones de euros.
Se planea extender la conexión a Ibiza y Formentera con un segundo cable submarino, de 115 km de longitud y 800 m de profundidad, operando a 132 kV de corriente alterna.
[5] Este proyecto ha sido desarrollado por Siemens y el consorcio formado por la empresa italiana Prysmian y la noruega Nexans.