[1] El estudio se realizó de 1992 a 1994 en 22 ciudades de 19 países alrededor del mundo, entre ellas Nueva York, El Cairo, Sídney y Lagos.
[2] En marzo de 1995 se lanzó un dosier de prensa en donde se resumieron los aspectos destacados, la metodología utilizada, y las conclusiones y recomendaciones.
[3] Dentro del dosier se señalaba que «los problemas de salud derivados del uso de sustancias legales, en particular el alcohol y el tabaco, son mayores que los problemas de salud derivados del consumo de cocaína» y que «los enfoques que enfatizan demasiado las medidas punitivas de control de drogas en realidad pueden contribuir al desarrollo de problemas relacionados con la salud».
[7][8] El objetivo del estudio fue recoger información acerca del uso de cocaína y otros derivados de la hoja de coca, quienes los usan, cuáles son los efectos en los usuarios y sus comunidades, y cómo responden los gobiernos a través de sus políticas y estrategias ante el problema de la cocaína.
[9] Los países que participaron en el estudio global se clasificaron en 4 tipos:[10] Dentro de los aspectos destacados del estudio se encuentran los siguientes: Sobre los patrones de consumo, se establece que: