Se llaman protomédicos a los físicos o médicos principales que tenían el cargo de habilitar para el ejercicio de la ciencia médica a los que lo solicitaran.
De muy antiguo se conoció la necesidad de poner algún orden y exigir algunas pruebas de suficiencia en el importante negocio de conferir la facultad autorizada u oficial de asistir a los enfermos.
A falta de maestros públicos y de una enseñanza oficial, se encomendó a los protomédicos, dando en un previo examen pruebas de estar medianamente instruidos.
De ahí: La institución de las Juntas de protomédicos no fue más que una imitación de las de los archîalros (voz compuesta de dos griegas que equivalen a príncipes, principales de los que curan, de los médicos) de Roma, donde los hubo de tres tipos: Elementos de higiene pública, Pedro Felipe Monlau, 1862