Los ángulos ópticos de los cristales son paralelos entre sí y perpendiculares al plano de reflexión.
La luz entrante se divide en dos haces que experimentan distintos índices de refracción por efecto de la birrefringencia, se refleja el haz ordinario polarizado "p" por un proceso de reflexión interna total mientras que transmite el haz extraordinario polarizado "s".
La calcita es un cristal anisotrópico y tiene diferentes índices de refracción para los rayos polarizados en direcciones paralelas y perpendiculares a lo largo de su eje óptico.
Por lo tanto el rayo ordinario será totalmente reflejada internamente.
Tradicionalmente el bálsamo de Canadá era usado cómo el cemento para ensamblar los prismas, pero éste ha sido grandemente reemplazado por polímeros sintéticos.