Principio de procedencia y orden original

Estos conceptos rigen la clasificación de los fondos,[2]​ y aunque ha sido aceptado internacionalmente, también ha sido discutido en sus aplicaciones prácticas.

[3]​ Aunque en un inicio se propuso clasificar los documentos por asuntos, esto fue criticado.

De manera que en 1881, en Prusia, se dispuso a mantener los documentos en el orden en que habían sido creados por la institución de origen, con lo que nació el principio de "orden original".

[3]​ "En el Manual holandés, considerado como el primer breviario de archivística moderna, se utiliza la locución francesa respect des fonds para establecer la existencia de una relación natural entre los documentos que, en su origen, pertenecen a un mismo conjunto (Müller, Feith y Fruin, 2003, p. 50).

No obstante, en la nota introductoria de Horsman a la versión en inglés, de 2003, del mismo texto se incluye una definición del principio de procedencia elaborada hacia 1908 por Müller, coautor del manual: [el principio de procedencia] constituye el método de las regulaciones del archivo según el cual cada documento debe incorporarse en las secciones que correspondían a su pertenencia cuando el archivo era todavía un organismo viviente"[4]​ A lo largo del siglo XIX el principio comenzó a aplicarse en varios países europeos.