Prieto picudo

Las cepas viejas tienen la cabeza enterrada y las ramas extendidas sobre el suelo, algo completamente inusual.Esto hace que su poda sea diferente a cualquier otra, mucho más sacrificada, la disposición de las ramas te obliga a realizarla de rodillas, es la famosa y única poda en rastra.[10]​ Da lugar a vinos muy aromáticos y personales, aunque algo ligeros con respecto al color.El proceso de este vino consiste en provocar una segunda fermentación lenta, que mejora su calidad, dándole el típico picante del CO2 natural disuelto, sin llegar a ser espumoso.Esta segunda fermentación se consigue añadiendo a los mostos, uvas escogidas y enteras de prieto picudo.