Prácticas restaurativas

De esta manera cuando los conflictos se dan en la vida del centro, lo que se busca es la reparación de los daños causados asumiendo responsabilidades.

La hipótesis unificadora de estas prácticas es que el ser humano es más feliz, más cooperativo y productivo y más propenso a realizar cambios hacia mejor en su comportamiento cuando la gente que le rodea hace cosas con ellos en lugar de para ellos o por ellos (en su lugar).

El campo de prácticas restaurativas ofrecen un hilo común que unifica la teoría tanto en investigación como en educación, justicia, trabajo social y gestión organizativa y lleva a cabo una investigación empírica para compartir con disciplinas que no utilizan este parámetro pudiendo hacerlo.

Este concepto tiene su raíz en la justicia restaurativa, una forma de ver el derecho penal que pone el acento en reparar el daño hecho a la población y en las relaciones entre grupos más que en únicamente en el castigo.

Este enfoque del derecho se origina en la década de 1970 como una forma de reconciliación entre víctimas y delincuentes, con el llamado Experimento Kitchener, en Ontario, Canadá.