Populorum progressio

Encíclica dirigida a consagrados, laicos y personas de buena voluntad.

Se habla del "neocolonialismo"[2]​ como la causa que en ese momento generaba injusticia entre países, pues, si bien se da una independencia de los pueblos respecto a sus colonizadores, sin embargo, se continuaba dando una dependencia injusta de estos respecto de los países ricos.

[6]​ Se subraya el peligro que se genera al querer los países ricos imponer un control sobre los países pobres y condicionar la ayuda en función de la obediencia a este control y que esto sucede en el campo económico e incluso demográfico “Es, pues, grande la tentación de frenar el crecimiento demográfico con medidas radicales”.Populorum Progressio, (37).

Se rechaza la violencia como tentación y se advierte que esta puede llegar a convertirse en revolución en casos de ataque a las personas muy graves y continuados, si bien no se la justifica sino en casos de defensa necesaria (habría que añadir, y "sin alternativa posible" para comprender bien lo que la encíclica quiere expresar).

[8]​ Se critica el liberalismo económico que no tiene en cuenta la desigualdad entre países pobres y ricos y se invita a superar estas desigualdades a través de pactos internacionales que procuren una real justicia de trato con quien está en peor situación industrial y tiene más dificultades.